Em união com todos os Santos Anjos

"Sanctus, Sanctus, Sanctus. Dóminus, Deus Sábaoth Pleni sunt caeli et terra Glória tua. Hosánna in excélsis. Benedíctus, qui venit In nómine Dómini, Hosánna in excélsis.

Blog Santo Anjo da Guarda

quarta-feira, 26 de fevereiro de 2014

LA SIERVA DE DIOS MARÍA DOMINICA CLARA MOES ( 24 de febrero de 1895) - SU VIDA Y RELACIÓN CON LOS SANTOS ÁNGELES


Clara Moes, religiosa dominica místicamente agraciada, incomprendida frecuentemente en el transcurso de su vida y rehabilitada solamente tras un juicio eclesial, nació en 1832 en Bous, cerca de Remich (Luxemburgo). Falleció después de una vida de numerosos sufrimientos soportados heroicamente, entre los cuales se incluye la impresión de las llagas de Cristo.
Desde la infancia, su Ángel de la Guarda la guió e instruyó, con posterioridad, también gozó de éste contacto familiar con los Santos Ángeles.
En sus cartas con su director espiritual, Clara afirma:
“El amor y la veneración a los Santos Ángeles ya había depositado en mi corazón desde mi infancia, pero con el crecimiento en edad, alcanzó un grado cada vez más elevado. Mi devoción hacia ellos era continua, porque transcurren muy pocos momentos en que no piense o hable con ellos, sea en peticiones o en rezos de agradecimiento. No empiezo ninguna obra, por pequeña que sea, sin invocar a los queridos Ángeles. Cada semana dedico un día a venerarlos especialmente, en el cual recibo la santa Eucaristía en su honor. Tampoco pasa ningún mes en que rece una novena para honrarlos y alabarlos. ¡Cómo no voy a amar y venerar a los Santos Ángeles en todos los actos que pueda cuando hicieron tanto por mí y continúan dedicándome su amor tan tierno!”. 

En Octubre de 1838, el Ángel de la Guarda se le apareció, y mostrándole un corazón rojo, rodeado por una corona de espinas, le dijo: “No temas, hija querida, el Salvador divino te eligió para participar de manera especial en los sufrimientos que le son conferidos por hombres impíos en su Santa Iglesia, sobre la que van a sobrevenir grandes y continuas tribulaciones.
El infierno se alzará con toda su fuerza hasta llegar a tal punto que los propios hijos de la Iglesia se rebelen contra ella y la persigan hasta el extremo. Los hombres se dejarán deslumbrar e instigar para atacar con ira a su madre, la santa iglesia, e incluso creerán que realizan grandes obras cuanto más la persigan, pero el Señor de los ejércitos los aplastará. Ve, mí querida hija: para todo esto, el divino Salvador busca consuelo y ayuda en ti. Te enviará muchas y grandes tribulaciones, pero nunca te negará su auxilio. Es su Santa Voluntad que ofrezcas todos tus sufrimientos a ésta intención para la cual Él te ha elegido. Su Sagrado Corazón será tu perpetuo refugio. Reza mucho e insistentemente, a fin de que la devoción al dulce Corazón de Jesús encuentre cabida en los corazones de los hombres de buena voluntad, especialmente en tu patria. Suplica intensamente que el Divino Corazón de Jesús ilumine a los hombres perdidos y abandonen el camino de la incredulidad y la falsa moralidad. ¡Invoca con confianza a su Sagrado Corazón, para que envíes sacerdotes celosos a la viña del Señor, porque donde haya buenos sacerdotes, se encontrarán buenos cristianos!.

El fiel protector la llevó hasta la iglesia, al pie del altar y le permitió ofrecerse totalmente al Señor como sacrificio de expiación y ella lo hizo con la mayor disposición. Después el Ángel habló con palabras muy significativas: “Ahora, hija mía, entraste a la escuela del sufrimiento que no abandonarás hasta que tu alma sea llevada por los Ángeles hacia el trono de Dios, para ser coronada allí por tu novio celestial.”
El sufrimiento expiatorio que Dios dispuso para ella fue diversas enfermedades corporales y espirituales, en los cuales siempre fue consolada y fortalecida por su Ángel de la guarda y éste le comunicó en una ocasión: 
“El Señor ha destinado de cada uno de los nueve coros angelicales a un príncipe para tu protección. Estos santos Ángeles te serán enviados por Dios según el tiempo y las circunstancias y necesidades; recibirás del santo Arcángel Miguel servicios muy grandes, te defenderá contra los enemigos infernales como guía poderoso e invencible de los ejércitos celestiales. Por eso será una obligación ineludible que te muestres agradecida hacia los nueve coros de los Ángeles, en especial con san Miguel, y amarlos y venerarlos íntimamente.”

A los 18 años de edad en 1850, experimentó el matrimonio místico con Cristo y luego le fue informado sobre el convento dominico que debía fundar y recién empezó a formarse desde 1860 hasta 1879.
Esta fundación fue acompañada por luchas satánicas y persecuciones que cayeron sobre ella y que duraron casi toda su vida. Éstas les brindaron muchas ocasiones para ejercer actos de humildad heroica y paciencia, así como para probar su total confianza en Dios.

Con gratitud, Clara recuerda la ayuda extraordinaria que recibió por intermedio de la Reina de los Ángeles:
“A mi amada y dulce Madre María le agradezco: 1) Que varios Ángeles Santos me fueron otorgados para acompañar mi camino lleno de sufrimientos y peligros; 2) que a partir de mi juventud guardé en mí odio contra el pecado, en especial aquellos que atentan contra la santa pureza; 3)que progresé con perseverancia en lo bueno y permanecí invariable en la santísima voluntad de Dios durante mis aflicciones exteriores e interiores, (…)gracias a éste don de Dios nunca le pedí que me librase de ellos. 4) también debo a la Virgen inmaculada la mayor parte de la victoria que alcancé en las luchas desesperadas contra el infierno, 5) finalmente, ella me concedió el 8 de diciembre de 1873, la gracia de ser liberada por completo de las insidias de los espíritus impuros.”
La vida terrenal de esta mujer tan agraciada místicamente, concluyó el 24 de Febrero de 1895.

UMA SENTINELA À PORTA DE MEUS LÁBIOS





Vamos rezar?

Senhor, eu Vos chamo, vinde logo em meu socorro; escutai a minha voz quando Vos invoco.

Que minha oração suba até Vós como a fumaça do incenso, que minhas mãos estendidas para Vós sejam como a oferenda da tarde.

Ponde, Senhor, uma guarda em minha boca, uma sentinela à porta de meus lábios.

Não deixeis o meu coração inclinar-se ao mal, para impiamente cometer alguma ação criminosa. Não permitais que eu tome parte nos festins dos homens que praticam o mal.

Se o justo me bate é um favor, se me repreende é como perfume em minha fronte. Minha cabeça não o rejeitará; porém, sob seus golpes, apenas rezarei.

Pois é para Vós, Senhor, que se voltam os meus olhos; eu me refugio junto de Vós, não me deixeis perecer.

Guardai-me do laço que me armaram, e das ciladas dos que praticam o mal.

Caiam os ímpios, de uma vez, nas próprias malhas; quanto a mim, que eu escape são e salvo. 

Salmo 140

Opus Sanctorum Angelorum

sexta-feira, 21 de fevereiro de 2014

Dica de filme.

Santa Maria Domenica Mazzarello é mais uma dessas grandes almas forjadas nas batalhas da Igreja no século XIX. Juntamente com Dom Bosco, conservou-se inteiramente dedicada ao serviço da juventude, por cuja conversão lutou até a sua partida para o Céu.
Nascida em 1837, em Mornese, norte da Itália, no meio de uma família de camponeses, Maria recebeu, desde cedo, uma formação cristã atenta e fervorosa.
Tendo ajudado os pais no campo por muitos anos, Maìn, como era conhecida, viu-se impossibilitada de continuar no mesmo lugar, após contrair uma doença cujos efeitos se fariam sentir durante toda a sua vida. Ela decide, então, juntamente com uma amiga e Filha da Imaculada, abrir uma sala de costura no povoado, a fim de instruir as meninas do povo a costurar e a amar a Deus. O lema daquelas mulheres era viver o trabalho como uma forma de santificação: “Cada ponto da agulha é um ato de amor a Deus”, dizia Maria.
É desse grupo de costura que vai nascer, por iniciativa de São João Bosco, o Instituto das Filhas de Maria Auxiliadora - as “Irmãs Salesianas”, como são conhecidas. “Quase por inspiração divina, [Maria Mazzarello] é feita Superiora, ainda que ela mesma e suas companheiras não tivessem uma ideia precisa do que era a vida religiosa”[1]. Inflamadas pelo carisma salesiano e sustentadas por diretores espirituais de eminente santidade, as religiosas viram seu instituto crescer em toda a Itália e também ao redor do mundo, prestando um serviço a Deus nos jovens mais pobres e desamparados.
Após uma vida intensa de doação, Maria Domenica nasceu para o Céu no dia 13 de maio de 1881. Sua canonização foi proclamada pelo venerável Papa Pio XII, no ano de 1951.

“Maìn, a casa da felicidade”

A vida de Santa Maria Domenica, fundadora das Irmãs Salesianas, contada em uma bela produção cinematográfica




O filme Maìn, a casa da felicidade é uma produção que conta a história da vida dessa santa e também da fundação das Filhas de Maria Auxiliadora. Retrata personagens aparentemente ordinárias, mas que transformaram totalmente a sua vida pelo amor e pelo sacrifício. A alegria e a bondade das irmãs deixam transparecer um pouco da grandeza da vida religiosa consagrada a Deus.
É possível adquirir o DVD do filme, em português,  no site da editora Paulinas.

O sorriso de um Anjo


Num dos êxtases de Pe. Pio, Pe. Agostino seu confrade, anotou a seguinte conversa:



- Anjo de Deus, meu Anjo... tu não estás tomando conta de mim? Tu és uma criatura ou o próprio DEUS?... Ou tu és uma criatura de Deus ou o Criador... Tu és o Criador? Não. Então tu és uma criatura de Deus e tens leis a que deves obedecer... Tu tens de estar ao meu lado querendo ou não...

Ele ri...
- O que está acontecendo, de que estás rindo?

E continua:
- Dize-me uma coisa...tu deves dizer-me... quem esteve aqui ontem de manhã?

Ele ri...
- Tu tens de dizer-me... quem era? O Pe. Agostino ou o Superior... talvez o secretário deles? Responde-me agora...

Ele ri... uma risada de Anjo!
- Conta-me... senão vou perguntar a Jesus... e então tu serás apanhado!...

Essa é a simplicidade dos santos! Se a caridade cristã deve mover o nosso coração à vida dos irmãos, como nos ensina São Paulo, quanto mais o Santo Anjo da Guarda que é cheio do amor divino, se ocupa de nossas dores e alegrias, e de modo muito mais perfeito, pois não podem de modo algum ser movido por um interesse pessoal, mas somente pela glória de Deus e salvação de nossa alma.

“Alegrai-vos com os que se alegram; e chorai com os que choram” (Rm 12,15).

Os Anjos são livres?


A liberdade é uma característica pela qual as pessoas ou seres espirituais mais se assemelham a Deus. Logo, quanto mais uma criatura está perto de Deus, tanto mais livre ela é, e tanto menos é escrava de instintos ou paixões. O Catecismo ensina: “Os Anjos e os homens, criaturas inteligentes e livres, devem caminhar para o seu destino último por opção livre e amor preferencial.” E continua a dizer: “Podem, no entanto, desviar-se. E, de fato, pecaram. E... Deus... permite-o, respeitando a liberdade da sua criatura” (1).

É um fato da própria natureza dos seres espirituais: Todos os seres que possuem intelecto também possuem uma vontade, com a qual podem livremente dizer sim ou não àquilo que conhecem pelo seu intelecto. Eis o que diz S. Tomás: “Onde houver intelecto haverá livre arbítrio” (2). Assim também se entende por que Deus não quer que haja ao Seu redor pessoas coagidas e desgostosas, por não poderem escolher livremente estar ou não estar junto d’Ele. 

Deus jamais obriga alguém à felicidade — este é o lado terrível da liberdade das criaturas racionais: Deus permite que se decidam por si mesmas sobre a sua perpétua felicidade ou perpétua infelicidade (3).

________________
1. 55 CIC 311; cf. 1707.
2. S. Tomás, S.Th. I, 59, 3.
3. Cf. Sl 102(103), 20-21; 2Pd 2, 11.

Fonte: Opus Sanctorum Angelorum

segunda-feira, 17 de fevereiro de 2014

Os Anjos conhecem os segredos do coração do homem?




Os Anjos não conhecem os segredos do homem. Facilmente cada Anjo penetra na imaginação e na memória sensitiva do homem, mas ele deve parar diante do coração do homem. Aqui o homem é igual aos Anjos e ninguém tem acesso aí a não ser somente Deus Onipotente que reserva o conhecimento do coração do homem para si: “Só Vós (Deus) conheceis o coração do homem” (1).

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1. 2Cr 6, 30; cf. 1Rs 8, 39; Jr 17, 9-10; 1Cor 2, 11 e S. Tomás, S.Th. I, 57, 4, 114, 2 ad 2 e 117, 2c.


Fonte: Opus Sanctorum Angelorum

domingo, 16 de fevereiro de 2014

Com o Santo Anjo somos livres da cadeia

O Anjo da libertação
"Ora, quando Herodes estava para o apresentar, naquela mesma noite dormia Pedro entre dois soldados, ligado com duas cadeias. Os guardas, à porta, vigiavam o cárcere.
7.
De repente, apresentou-se um anjo do Senhor, e uma luz brilhou no recinto. Tocando no lado de Pedro, o anjo despertou-o: Levanta-te depressa, disse ele. Caíram-lhe as cadeias das mãos.
8.
O anjo ordenou: Cinge-te e calça as tuas sandálias. Ele assim o fez. O anjo acrescentou: Cobre-te com a tua capa e segue-me.
9.
Pedro saiu e seguiu-o, sem saber se era real o que se fazia por meio do anjo. Julgava estar sonhando.
10.
Passaram o primeiro e o segundo postos da guarda. Chegaram ao portão de ferro, que dá para a cidade, o qual se lhes abriu por si mesmo. Saíram e tomaram juntos uma rua. Em seguida, de súbito, o anjo desapareceu.
11.
Então Pedro tornou a si e disse: Agora vejo que o Senhor mandou verdadeiramente o seu anjo e me livrou da mão de Herodes e de tudo o que esperava o povo dos judeus.
12.
Refletiu um momento e dirigiu-se para a casa de Maria, mãe de João, que tem por sobrenome Marcos, onde muitos se tinham reunido e faziam oração.
13.
Quando bateu à porta de entrada, uma criada, chamada Rode, adiantou-se para escutar.
14.
Mal reconheceu a voz de Pedro, de tanta alegria não abriu a porta, mas, correndo para dentro, foi anunciar que era Pedro que estava à porta.
15.
Disseram-lhe: Estás louca! Mas ela persistia em afirmar que era verdade. Diziam eles: Então é o seu anjo.
16.
Pedro continuava a bater. Afinal abriram a porta, viram-no e ficaram atônitos.
17.
Ele, acenando-lhes com a mão que se calassem, contou como o Senhor o havia livrado da prisão, e disse: Comunicai-o a Tiago e aos irmãos. Em seguida, saiu dali e retirou-se para outro lugar.
Logo que amanheceu, houve um sobressalto pouco comum entre os soldados sobre o que acontecera a Pedro".                                                                                                                             Atos dos Apóstolos,12.

Só em Deus poderemos conseguir a luz e a força, para alcançarmos o procedimento ideal que nos conduzirá à verdadeira liberdade e à plena felicidade.

A ajuda dos Anjos não se limita somente a uma proteção física, mas querem livrar também da prisão do pecado. O mundo nos aflige dia a dia com as noticias de sofrimentos por guerras, manifestações, assaltos, explosões, assassinatos, enfermidades e desnutrições. Hoje em dia há muitas cadeias de opressões, fome, pobreza, privação e morte, mas também soberba, egoísmo, ódio, inveja, vingança, etc. São cadeias piores que as que atam pés e mãos com elos de ferro, porque, é acima de tudo o pecado e a miséria espiritual que nos mantém encarcerados.
Com a sua presença, o Anjo pode iluminar espiritualmente os lugares escuros dos corações, dos sentimentos de opressão e violência. Então, que os santos Anjos do céu protejam estas pessoas e lhes deem força, perseverança e medicina para aliviar os sofrimentos.

Um missionário da China contava o seguinte caso, que foi publicado na Revista L'ange Gardien de Lyon, França:

"Um jovem de 21 anos, a quem Deus concedeu o milagre de São Pedro, tirando-o do cárcere por seu bom Anjo. Este excelente jovem decidiu fazer-se cristão secretamente e se desfez de seus ídolos, que jogou ao fogo. Mas o seu irmão mais velho, ao se dar conta do que ele havia feito, encolerizou-se e golpeou-o com crueldade e o prendeu num lugar com cadeias nas mãos, nos pés e no pescoço. Assim, passou dois dias e duas noites sem comer, decidido a morrer antes de renunciar a sua nova fé. Na segunda noite, enquanto dormia, foi despertado por um desconhecido, que lhe mostrando uma abertura na padeira, disse-lhe: "levanta-te e sai daqui". Imediatamente, lhe caíram as cadeias e saiu sem pensar duas vezes. Logo que tinha saído à rua, não viu mais a abertura da parede nem o seu libertador. Sem duvidar, foi ver os cristãos da vizinhança e, depois, foi contar a seu irmão o que tinha acontecido. Foi batizado, e logo depois foi batizado também o seu irmão, que por este milagre se converteu".

Santo Anjo de DEUS, que abriste as portas aos apóstolos no cárceres, abre-as também 
a tantos que estão cativos.
Amém.

sábado, 15 de fevereiro de 2014

História do Santo Anjo - Testemunho

VAMOS VOLTAR, JOÃO!

Diante da sumptuosa 'vila' em Ettingen, um carro está pronto para partir. Um senhor distinto trajado com apuro, lá pelos seus 50 anos, corre pelo caminho do jardim abaixo, É dono da vizinha metalúrgica.
O chofer cortesmente abre-lhe a porta da limusina. "Muito bem, João. Dentro de uns 40 minutos preciso estar no aeroporto. Cuide que dê certo".
O motorista liga a partida, e logo mais ruma para o destino. Eis que dentro em pouco percebe um chiado suspeito. O motor começa a pifar e a uns 100 metros pára. O chofer pula, levanta o capo, mexe no radiador, tenta accionar o motor.
O senhor sai do auto, acende nervoso o cigarro e posta-se à frente de uma pobre vitrina, à beira da estrada do interior. Com impaciência lança olhares ao chofer, que sua superar a pane. Da janela ao lado da vitrina aouve ele a vozinha choramingante de uma criança: "Mãe, quando você vai sarar?" E uma voz feminina, ofegante responde entrecortada: "Não sei, meu anjo. Pode ser logo e pode demorar". "Mãe, devo chamar o médico? Posso buscar-lhe comida boa do restaurante?" "Menino, você é bonzinho! Nós não temos com que pagar". "E então, não posso fazer nada de bem para você, mãe"?
Neste ponto o chofer chama o cavalheiro: "O auto está em ordem, senhor Carli. Podemos chegar, tranquilo, a tempo". O Sr. Carlo entra apressado: "João, vamos voltar para Ettingen. Aconteceu algo muito urgente, neste meio tempo".
Uma hora depois, o mesmo auto estaciona ao lado da dita pobre vitrina. Um médico, uma enfermeira, João e o cavalheiro com uma cesta de iguarias para a doente, entram na casinhola. "Boa senhora, chegamos para ajudar-lhe" diz o médico à doente, que se espanta com toda aquela gente.
Dois meses mais tarde, o médico visita o industrial Carli, em sua metalúrgica, em Ettingen. Risonho vai-lhe ao encontro. "Então, doutor, como está passando a nossa doente?" "Sarou completamente. A paciente é a viúva do mateiro do lugar, que há dois anos morreu ao derrubar árvores. Ela lhe é imensamente agradecida por sua ajuda". "Doutor, muito mais eu é que devo agradecer àquela mulher". O médico abre admirado os olhos: "Uai, e essa?"
"Sim. Isso o senhor possivelmente não esteja sabendo. Aconteceu o seguinte: Talvez o senhor tenha ouvido falar do desastre de avião no qual todos os ocupantes pereceram. Era precisamente o avião que perdi naquele dia. Se a nossa pane não tivesse acontecido exactamente diante daquela pobre gente, ou se eu não ligasse ao choro do menino, não estaria mais entre os vivos. Foi uma mão invisível que guiou tudo aquilo. Logo mais farei uma visita à viúva. Ela deve saber que eu lhe sou agradecido, e em especial a seu bom filho. Sua vozinha de choro me comoveu e me derrubou, e assim salvou a minha vida".
"Então por ter voltado a Ettingen, isso foi a sua salvação?" "Sim, tive a sensação de que o Anjo da Guarda serviu-se da vozinha da inocente criança, para me emocionar". "Isto sim, - disse o médico - mas junto não a voz do seu bondoso coração!"

(De Purgatório e vida Cristã, Nº 7, 1967).

Divulgando - Calendário da Obra dos Santos Anjo

                                                    

quarta-feira, 12 de fevereiro de 2014

Santo do dia


SÃO LUDANO, peregrino - 12 de fevereiro (1202 †-França) era filho do Príncipe Hildeboldo, ele deixou a Escócia para dedicar-se ao serviço dos doentes e construir hospitais e orfanatos. Em suas peregrinações, ele viajou,  Media Europa de Santiago para Roma e Jerusalém. No retorno da peregrinação a Roma, morreu, dia 12 de fevereiro de 1202 em Nordhouse, a poucos quilômetros da Igreja de São Jorge, na Alsácia, França. 



Segundo a tradição, era filho do príncipe Ludano Hildebold . Ele deixou a Escócia para dedicar-se ao serviço dos hospitais e orfanatos doentes e têm construído. Em suas peregrinações, viajou pela Europa a partir de Santiago via Roma e Jerusalém.
Sua morte, conta a tradição oral, no retorno desta longa peregrinação, encontrava-se exausto debaixo de uma árvore de tília, não muito longe da aldeia Nartz (hoje Nordhouse) e morre. Um retrato do século XVIII existente no coro da igreja de San Ludano explica a lenda.  Um Anjo desceu do céu e deu-lhe o Santo Viático , o corpo de Cristo ressuscitado e, em seguida, os sinos das igrejas das proximidades começaram a se mover a tocar, o sino da morte. Os moradores vieram em multidões para cercar o corpo.
Os padres das duas paróquias existentes, em Nordhouse: San Martin e San Miguel, disputaram o direito de enterrá-lo. O abade da abadia de Ebersmunster aconselhou amarrar o corpo em uma carroça puxada por um cavalo, e onde o cavalo parasse ali ficaria o túmulo. O cavalo parou em Scheerkirche às margens do rio de mesmo nome, o lugar é agora conhecido como São Lucian.
Seu túmulo tornou-se um lugar de peregrinação ainda visitado.

Fonte: Wikipédia


Obra dos Santos Anjos



Mosteiro Belém - Guaratinguetá/SP

Em resposta aos sinais dos tempos, para integrar a ajuda dos santos Anjos nas batalhas espirituais que se manifestam no ateísmo e na secularização com a diminuição da fé até à “apostasia silenciosa”, à perda da consciência do pecado, na transgressão da lei de Deus em muitas esferas da vida, nasceu a Obra dos Santos Anjos, movimento eclesiástico de fiéis no seio da Igreja una, santa, católica e apostólica, ligada à Ordem dos Cônegos Regrantes da Santa Cruz e dirigida por ela.

A Obra dos Santos Anjos é concebida como uma comunidade de fiéis unidos aos santos Anjos sob o manto protetor de Maria, Rainha do Universo e Mãe de todos os homens. Esforça-se para uma cooperação estreita entre os Anjos já unidos com Deus e os homens redimidos, mas ainda em busca da plena comunhão com Deus. O seu objetivo é um conhecimento mais profundo de Deus e um amor maior a Ele. Aspira à glorificação de Deus de um modo mais pleno e à edificação e consolidação do reino de Deus na Terra. Membro da Obra dos Santos Anjos é todo o católico batizado e crismado que, após um devido tempo de preparação, faz a consagração ao santo Anjo da Guarda. Aqueles membros que querem se empenhar mais pelos fins espirituais do movimento fazem a consagração aos Santos Anjos.

Fonte: Cônegos Regulares da Santa Cruz

domingo, 9 de fevereiro de 2014

Domingo dia do SENHOR



Os Anjos querem estar unidos a nós na festa nupcial do Cordeiro (Ap 19,9). Quando Cristo  uniu todas as coisas nEle mesmo (Ef 1,10), entregará tudo ao Pai, assim que Deus seja tudo em todos (1Cor 15,28). Seremos então, os Santos e os Anjos, unidos, um ao outro, na visão beatífica de Deus, pelo Cristo, o Nosso Senhor Eucarístico.


Os Anjos e suas características


As criaturas são tão diferentes entre si, tanto quanto diferem as suas “características” próprias. Assim, há pedras iguais e pedras com diferentes características, e uma pedra é diferente duma planta, e esta é diferente dum animal, pelas características que lhe são peculiares. Assim, também os animais são diferentes dos homens e os homens, dos Anjos.


Quanto mais as coisas são materiais, tanto menos diferentes são umas das outras; quanto menos uma criatura é composta de matéria, tanto mais diferente é das outras: não há muita diferença entre os grãos de areia, porém, há diferença entre um cavalo e outro, entre um homem e outro. Toda mãe sabe muito bem a diferença entre cada um dos seus filhos. Os homens são diferentes nas suas qualidades não-essenciais, os Anjos são diferentes nas qualidades essenciais.


Os homens são diferentes entre si, porque cada um possui uma alma individual e única, que é unida a um único corpo; mas ela também tem algo em comum com as almas dos outros homens, porque cada alma existe na união com um corpo humano, que, na sua estrutura, é igual para todos.

Sendo os Anjos puros espíritos, entre eles só há singularidade. É a essência deles que é específica, sem terem nenhum outro elemento comum entre si. Por isso é que cada Anjo constitui uma pessoa totalmente única, tão única que um Anjo só conhece os outros por meio das espécies que os constituem e, com as quais, Deus os criou.

sexta-feira, 7 de fevereiro de 2014

Anjos da Boa Nova

    COMO CRISTO, TAMBÉM NÓS SOMOS ENVIADOS A SERMOS ANJOS DA BOA NOVA



Com efeito, é preciso recordar que a palavra "anjo" além de definir os Anjos, criaturas espirituais dotadas de inteligência e vontade, servos e mensageiros de Deus, é também um dos títulos mais antigos atribuídos ao próprio Jesus.

Lemos por exemplo em Tertuliano, século III: "Ele – isto é – Cristo também foi chamado "anjo do conselho", ou seja, anunciador, que é uma palavra que denota um cargo, não a natureza. Com efeito, ele tinha que anunciar ao mundo o grande desígnio do Pai para a restauração do homem" (De carne Christi, 14), segundo Tertuliano.

Portanto, Jesus Cristo, o Filho de Deus é chamado também o Anjo de Deus Pai: Ele é o Mensageiro por excelência do seu amor. Queridos amigos, pensemos agora no que Jesus ressuscitado disse aos Apóstolos: "Assim como o Pai Me enviou, também Eu vos envio a vós" (Jo 20, 21); e comunicou-lhes o seu Santo Espírito.

Isto significa que, como Jesus foi anunciador do amor de Deus Pai, também nós o devemos ser da caridade de Cristo: somos mensageiros da sua ressurreição, da sua vitória sobre o mal e sobre a morte, portadores do seu amor divino.

Certamente, permanecemos por natureza homens e mulheres, mas recebemos a missão de "anjos", mensageiros de Cristo: a todos é dada no Batismo e na Confirmação. E de modo especial, através do Sacramento da Ordem, recebem-na os sacerdotes, ministros de Cristo; apraz-me ressaltar isto neste Ano sacerdotal.

Papa Bento XVI
Regina Caeli de 5 de abril de 2010

quinta-feira, 6 de fevereiro de 2014

Adorar com o Santo Anjo



Jesus disse à Beata Alexandrina em Balasar, Portugal , em 1934 e 1945 nas aparições aprovadas pela Igreja Católica:
" Visite-me em meus Sacrários. Sacie a sede que tenho de ser amado. Quero sempre te encontrar nos meus Sacrários pedindo-me pelos pecadores. Se soubesse como isso me consola... O que eu mais quero é perdoá-los e salvá-los. Estes momentos de Adoração são de grande alegria e consolação para mim. Seja a minha alegria. Que seja também pregada e propagada a devoção aos Sacrários, porque passam dias e dias em que não me visitam. São tantos aqueles que, embora entrando na Igreja, nem sequer me saúdam e não param um momento para adorar-me. Por eles, dei meu Sangue e fiquei nos Sacrários, mas eles desprezam as minhas graças. Ali fico abandonada e esquecido por muitos. Eu te amo tanto. Estou sempre com você. Não te abandono em nenhum momento. Quero derramar muitas graças. Ajudo todos os que me pedem. Estou feliz com o que fazem por mim. Esteja em recolhimento comigo. Falemos um ao outro com amor e ternura. Coloque sobre mim todas as preocupações da sua vida e peça-me aquilo que deseja. Confie em Mim. Eu te olho em suas grandes dificuldades. Incline-se no meu Sagrado Coração e encontrará a força para tudo. Lute por mim. Estou sempre lhes esperando. Eu desejo muitos fiéis prostrados diante dos Sacrários e muitas almas verdadeiramente eucarísticas. Não me  deixe sozinho na minha Eucaristia. Ouça e atenda ao pedido do seu Jesus. Faça que eu seja amado, consolado e reparado na minha Eucaristia. Diga a todos para honrarem as minhas Santas Chagas e as Dores de minha Mãe. Ela está sempre com você. Medite a minha Paixão. É com amor ardente que eu quero ser amado. Se o Sacrário fosse bem compreendido... O Sacrário é vida e amor, alegria e paz. Mas o Sacrário é desprezado... O Jesus do Sacrário não é compreendido. Console-me. Você quer me dar consolação? Necessito tanto dela nesta hora... Vim ao seu coração buscar alegria, amor, consolação e a reparação que desejo. Você quer me alegrar? Alegre-se comigo!"
 
Oração:
Santos Anjos da Guarda dos nossos Sacrários, ó Espíritos Angélicos, que guardai os nossos Tabernáculos onde repousa o tesouro adorável da Sagrada Eucaristia, defendei-O das profanações e conservai-O para o nosso amor. Amém.
 

quarta-feira, 5 de fevereiro de 2014

QUEM SÃO OS ARCANJOS?


Os Santos Anjos da terceira Hierarquia Celeste, a qual pertence os Arcanjos, são Anjos que, na sua missão de mensageiros de DEUS, estão mais próximos dos homens.


Os Arcanjos desempenham missões muito especiais, junto às pessoas, que não possuem ofícios de governo (a esses são destinados os Principados, como já dissemos). Assim sendo, a Tradição da Igreja determinou como Arcanjos os Anjos que foram enviados ao Profeta Daniel (S. Miguel), à Virgem Maria (S. Gabriel), e a Tobit (S. Rafael).


Santo Tomás explica que eles são chamados Arcanjos porque também dirigem o Coro dos Anjos e são como que os seus Príncipes.

Que tradicionalmente o número dos Arcanjos seja sete deve-se, sobretudo, às palavras de São Rafael: “Eu sou Rafael, um dos sete Anjos que estão sempre presentes e tem acesso junto à Glória do Senhor”. (Tb 12,15)

Peçamos aos Arcanjos que nos protejam no combate contra os espíritos do mal.



Oração a São Rafael Arcanjo:


Ficai conosco, ó arcanjo São Rafael, chamado Medicina de Deus! Afastai para longe de nós as doenças do corpo, da alma e do espírito e trazei-nos saúde e toda a plenitude de vida prometida por Nosso Senhor JESUS CRISTO. Amém.

Fonte: Opus Sanctorum Agelorum

domingo, 2 de fevereiro de 2014

Santo Anjo da Guarda


Quase cada página da Revelação escrita, diz são Gregório Magno, atesta a existência dos anjos. No Novo Testamento aparecem no evangelho da infância, na narração das tentações do deserto e da consolação de Cristo no Getsêmani. São as testemunhas da Ressurreição, assistem a Igreja que nasce, ajudam os apóstolos e transmitem a vontade divina. Eles prepararão o juízo final e executarão a sentença, separando os bons dos maus e formarão uma coroa ao Cristo  triunfante.
Os anjos são mencionados mais de trezentas vezes no Antigo e no Novo Testamento. Além dessas referências bíblicas, que por si só justificam o culto especial que os cristãos reservaram aos anjos desde os primeiros tempos, é a natureza destes espíritos puros que estimula nossa admiração e nossa devoção.
Eles são antes de tudo os mediadores das mensagens da verdade divina, iluminam o espírito com a luz interior da palavra. E são também guardiães das almas dos homens, sugerindo-lhes as diretivas divinas; invisíveis testemunhas dos seus pensamentos mais escondidos e das suas ações boas ou más, claras ou ocultas, assistem os homens para o bem e para a salvação. “Os anjos – dizia Bossuet – oferecem a Deus as nossas esmolas, recolhem até os nossos desejos, fazem valer diante de Deus também os nossos pensamentos … Sejamos felizes de ter amigos tão prestativos, intercessores tão fiéis, intérpretes tão caridosos.”
Fundamentando a verdade de fé na própria afirmação do Redentor, a Igreja nos diz que cada cristão, desde o momento do batismo, é confiado ao seu próprio Anjo, que tem a incumbência de guardá-Io, guíá-lo no caminho do bem, inspirando bons sentimentos, proporcionando a livre escolha que tem como meta Deus, Supremo Bem.
A liturgia de 29 de setembro, que celebra Miguel, Gabriel e Rafael, lembra ao mesmo tempo todos os coros angélicos: os anjos, os arcanjos, os tronos, as dominações que adoram as potestades que tremem de respeito diante da Majestade divina, os céus, as virtudes, os bem-aventurados serafins e os querubins. Mas desde o século XVI começou-se a celebrar uma festa distinta para os santos Anjos da guarda, universalizada por Paulo V, depois que, em 1508, Leão X aprovou o novo Ofício composto pelo franciscano João Colombi. Da península ibérica, onde teve início o culto, à França e à Áustria, a festa se espalhou por todo o mundo cristão.
Texto de Mario Sgarbossa e Luigi Giovannini, em “Um Santo para cada dia”.

Oração a Nossa Senhora das Candeias - Festa dia 02 de Fevereiro




"Virgem Santíssima das Candeias, vós que pelos merecimentos de vosso Filho Onipotente, tudo alcançais em benefício dos pecadores de quem sois igualmente Senhora e Mãe.
Vós que não desprezais as súplicas humanas e nem a elas fechais o vosso coração compassivo e misericordioso.
Iluminai-me, eu vos peço, na estrada da vida, encorajai-me e encaminhai os meus passos e as minhas orações para o verdadeiro bem.
Livrai-me de todos os perigos a que está exposta à minha fraqueza. Defendei-me de meus inimigos, como defendeste o vosso amado Filho das perseguições que sofreu sendo menino.
Não consintais que eu seja atingido por ferro, fogo e nem por peste alguma, e depois de todos estes benefícios de vossa clemência nesta vida, conduzi a minha alma para a morada dos anjos, onde com Jesus Cristo, vosso Filho e Nosso Senhor, viveis e reinais, pelos séculos.
Amém."

Fonte: Mater Dei

sábado, 1 de fevereiro de 2014

Apresentação do Menino Jesus no Templo


JESUS O ANJO DA ALIANÇA



Hoje celebraremos a Festa da Apresentação do Menino Jesus no Templo e a Igreja nos apresentará a leitura do Profeta Malaquias, onde JESUS é denominado o ANJO DA ALIANÇA. Mas este “ANJO”, como sabemos, não vem de modo ostensivo, mas nobre, discreto e silencioso. Ele não discutirá, nem gritará, e ninguém ouvirá a sua voz nas praças (Mt 12,19).

Do mesmo modo os Santos Anjos O imitam. Eles não chamam a atenção para si mesmos, são modestos e respeitam a liberdade humana, esperando que cada um recorra ao seu preciso auxílio, que nos abre os olhos para JESUS.

“É interessante observar de perto este ingresso do Menino Jesus na solenidade do templo, num grande «vaivém» de muitas pessoas, ocupadas com os seus afazeres: os sacerdotes e os levitas com os seus turnos de serviço, os numerosos devotos e peregrinos, desejosos de se encontrar com o Deus santo de Israel.

Porém, nenhum deles se dá conta de nada. Jesus é um menino como os outros, filho primogénito de dois pais muito simples. Até os sacerdotes são incapazes de captar os sinais da nova e especial presença do Messias e Salvador. Só dois anciãos, Simeão e Ana, descobrem a grande novidade.

Guiados pelo Espírito Santo, eles encontram nesse Menino o cumprimento da sua longa espera e vigilância. Ambos contemplam a luz de Deus, que vem iluminar o mundo, e o seu olhar profético abre-se ao futuro, como anúncio do Messias: «Lumen ad revelationem gentium!» (Lc 2, 32).” Papa Bento XVI.

Peçamos aos nossos Santos Anjos da Guarda, servos por excelência do ESPÍRITO SANTO que nos ensinem a sermos pessoas sempre abertas às inspirações do Divino ESPÍRITO. Amém.

ORAÇÃO A SÃO RAFAEL PARA A ESCOLHA PRUDENTE DO CÔNJUGE PARA A VIDA.


Glorioso São Rafael, patrono da juventude, tu que amas os jovens, tenho a necessidade de invocar-te e pedir a tua ajuda. Com toda a confiança te abro o meu coração e peço tua guia e assistência na tarefa importante de planejar o meu futuro. Obtém-me, através de tua intercessão, a luz da Graça de DEUS, para que eu decida sabiamente a respeito da pessoa que será a companheira de minha vida.


Tu, Anjo dos encontros felizes, guia-nos com tua mão para encontrar-nos um ao outro. Que todos os nossos movimentos sejam guiados pela tua luz e transfigurados por tua alegria. Como tu guiaste o jovem Tobias até Sara, e lhes abriste uma nova vida de felicidade em seu santo matrimônio, guia-me até aquele (la), a quem tua sabedoria angelical considera como o (a) melhor a unir-se comigo em matrimônio.

São Rafael, amigo dos jovens, sê meu amigo, porque quero sempre ser teu amigo. Desejo sempre invocar-te em minhas necessidades. A teu cuidado especial confio a decisão que tomarei em relação a meu (minha) futuro (a) esposo (a). Dirija-me até à pessoa, com a qual posso colaborar melhor no cumprimento da santa Vontade de DEUS, e com quem posso viver em paz, amor e harmonia nesta vida, e alcançar a alegria eterna na futura. Amém.

(com aprovação Eclesiástica)

Fonte: Opus Sanctorum Angelorum